encabezado

domingo, 27 de octubre de 2013

Territorio Nasa



Aunque en el Cauca la mayoría de la población es indígena, estas comunidades fueron invisibilizadas por una clase dirigente tradicionalmente “blanca”, que perpetuó la misma sociedad conservadora y excluyente de la colonia y logró borrar durante siglos del imaginario de los colombianos que es un departamento indígena. Hastiados de esa situación, en las últimas décadas estas comunidades se han organizado política y socialmente. Hoy son un aguerrido pueblo que exige y hace respetar su cultura y sus derechos.

Llegué hasta la región Nasa remontando la cordillera por carreteras y trochas en regular estado. En este recorrido uno se va encontrando con pequeños resguardos protegidos, en donde se ve una gran actividad comunitaria protegida por una pacífica Guardia indígena. La mayoría de casas están dispersas por la montaña, en medio de parcelas o tules –como las llaman ellos–.

Cada familia cultiva en estas huertas caseras fríjol, plátano, café yuca y, por supuesto, su “dosis personal de coca” –no más de unos cientos de matas–. La coca cosechada la usan para mambear (masticar) en sus largas caminatas y jornadas de trabajo, como medicina, como alimento y como parte esencial de sus rituales de limpieza, sanación e iniciación.

La sobrante es llevada al centro de acopio de Nasa–Esh’s (Coca–Nasa), como se llama la empresa creada por la comunidad, en donde fabrican jabones, cremas, ungüentos, ron, galletas, tortas, gaseosas energizantes y aromáticas puras o combinadas con menta, manzanilla, etc. Los recursos obtenidos con la venta de esos productos son utilizados en construcción de escuelas, centros comunitarios, arreglo de caminos veredales o en cualquier obra que priorice la comunidad. Nasa–Esh’s es una próspera empresa que demuestra que el cultivo de la coca no es exclusivo ni directamente proporcional a la fabricación de cocaína.

Aunque las licencias sanitarias y comerciales para la producción y distribución de productos han sido suspendidas, reestablecidas y vueltas a suspender constantemente, la comunidad está dispuesta a ir a hasta las últimas consecuencias en la defensa de su empresa. Argumentan, por un lado, que cada hoja de coca que se usa en sus productos es una hoja de coca menos para el narcotráfico, y por otro, el respaldo la constitución del 91, que ampara totalmente la defensa de sus costumbres y su cultura.

Gracias a que los Nasa me han permitido entrar en su territorio y conocer parte de sus vidas, aprendo en estos resguardos a ver la coca con otros ojos. Con los ojos de quienes jamás la convirtieron en un alcaloide ni en un gran cultivo que arrasa la selva, y mucho menos, como “la mata que mata”. El cultivo de coca es visto como un generador de sustento, de paz y de armonía con la naturaleza, con el universo y con ellos mismos.






2 comentarios:

  1. Extraordinario el programa de anoche, muy bien por los indígenas, lástima el horario en que pasan esas buenas historias. He visto los capítulos de este francés y quiero seguir viéndolo, pero a esas horas es difícil pues hay que trabajar el lunes.

    Ojalá los repitan en un horario más acorde a la calidad de los programas.

    ResponderEliminar